
Estoy cansada de vivir soportando tus aires de super hombre. Que quieras sobreponerte ante mis cosas y subestimes mi modo de pensar y de vivir, también de amar.
El día que te conocí pensé que eras lo mejor que me había pasado, pensé que todo seria para siempre pero bien dicen que nada es eterno, y que la mejor forma de amar no es humillarse. Tal vez irónicamente pienses que estoy haciendo uno de mis tantos teatros, que solo trato de llamar tu atención, pero estas equivocado, porque he dejado de amarte.
Así como he dejado que mi corazón tenga paz, la paz que por tanto tiempo me quitaste. No puedo saber que era lo que me unía a ti. Tal vez el miedo a la soledad. Bien dicen que a golpes se aprende, pero Dios sabe que te ame con toda mi alma, y también gracias a Dios te fui borrando de cada parte de mi vida.
No eres lo que fingías y no cumpliste tus promesas, que solo fueron palabras al viento. Ya ni tus recuerdos buenos vienen a mi vida, es increíble la forma en que fuiste apagando una a una las luces que tenias encendidas en mi alma.
Después que saldré de la puerta de este hogar que un día forme junto a un ser que fue solo lo que mis ilusiones construyeron. Jamas volveré. Y tal vez cuando ponga un pie fuera mirare hacia atrás y sonreiré. Me sentiré libre como un ave que desea ver las mas lindas flores de primavera, escuchare por ultima vez tus gritos y malos tratos que se repiten en mi mente. Y le diré adiós a esta vida fracasada y sumergida que me quisiste dar.
La única cosa que puedo decirte es que gracias a ti, aprendí a conocer lo valiosa que soy como mujer. Aprendí a saber que soy única y que jamas debo ser objeto de humillación.
Adiós para siempre y si algún día me recuerdas, ten presente que has muerto para mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario